RCP en Perros
- Valentina
- 15 feb 2021
- 3 Min. de lectura

La medicina veterinaria es un campo muy delicado donde solo deben actuar profesionales, sin embargo, existen algunos casos y condiciones de emergencia en los que tener conocimientos básicos puede significar la diferencia entre la vida y la muerte de un animal. Algunos de estos casos están relacionados estrechamente con la reanimación en pacientes caninos.
Hablaremos sobre las nociones básicas de reanimación en perros con la finalidad de informar a los tutores sobre las principales situaciones en las que deben actuar mientras llega el médico veterinario. Sigue leyendo para conocer los primeros auxilios para perros más básicos y descubrir cómo reanimar a un perro.
¿Qué es la RCP en perros?
La reanimación cardiorrespiratoria o cardiopulmonar (RCP) se define como el conjunto de maniobras destinadas a la oxigenación de los órganos vitales cuando la circulación se detiene de manera súbita, independientemente de la causa de dicha parada. Se debe tomar en cuenta que es una técnica descrita como temporal, ya que se realiza mientras llegan los servicios médicos. Es estudiada y descrita en humanos desde el año 1775, aproximadamente, y ha ido evolucionando según eficacia y descubrimientos médicos. La RCP tiene ciertas consideraciones según la edad y el tamaño del paciente, así como de la causa del paro respiratorio y de la especie que lo amerite.
Constantes vitales del perro que se deben tener en cuenta
A la hora de hacer una reanimación cardiopulmonar a un perro se deben conocer y tener en cuenta las siguientes constantes vitales:
Pulso: onda de presión provocada por la expansión de las arterias como consecuencia de la circulación sanguínea. Nos da pistas sobre la frecuencia cardíaca y sobre la presión arterial, según la fuerza con la que se sienta dicha presión.
Frecuencia cardíaca: se define como el número de latidos que tiene un ser vivo durante un tiempo determinado.
Frecuencia respiratoria: constante vital que se define como el número de respiraciones que tiene un ser vivo durante un tiempo determinado. En perros va desde 10 hasta 30 respiraciones por minuto.
Tiempo de llenado capilar: es una prueba que nos provee información sobre la oxigenación de los tejidos. Se realiza haciendo presión sobre la encía hasta que esta pierda su coloración, cuando esto ocurre se retira la presión y el llenado capilar no debería exceder los 2 segundos.
Coloración de las mucosas: no es una constante fisiológica, pero es una guía fundamental que nos puede revelar valiosa información del estado de salud de nuestro perro de una manera bastante sencilla. Las podemos apreciar a nivel de las encías (y también otras partes). Mucosas azules se denominan cianóticas y se asocian con oxigenación defectuosa; mucosas amarillentas se denominan ictéricas y se asocian con problemas hepáticos; mucosas blancas se denominan anémicas y se asocian con hemoglobina baja o hipotensión; mucosas rosadas se asocian con un animal saludable.
¿Cuándo hacer RCP en perros?
No todos los problemas fisiológicos caninos se resuelven con una RCP. De hecho, son muchas las patologías que no responden a esta técnica. Además de que solo está indicada cuando existe una parada cardiorrespiratoria, se debe primero conocer la causa, ya que algunas complicaciones pulmonares se pueden terminar agravando con dicha técnica. Los casos más frecuentes que ameritan RCP en perros son:
Shock: se define como la incapacidad del organismo para cubrir los requerimientos vitales de los órganos. Existen muchos tipos de shock (hipovolémico, séptico, obstructivo, etc.) y muchos de ellos requieren RCP hasta que llegue el personal médico.
Intoxicación: algunos alimentos o sustancias químicas pueden intoxicar a nuestro mejor amigo, comprometiendo así su respiración. Esta situación puede poner en riesgo su vida de no realizar a tiempo una reanimación cardiopulmonar en el perro.
Traumatismo craneoencefálico: algunos traumatismos suelen tener consecuencias importantes y pueden poner en peligro la vida de nuestro peludo. En algunos casos se puede requerir el uso de RCP mientras se llega al centro clínico veterinario.
Coma: período prolongado de inconsciencia provocado por una lesión o una enfermedad.
Ictus: afección de los vasos sanguíneos que subministran sangre al cerebro, provocando en muchos casos un síncope que termina necesitando reanimación.
Asfixia: la mayoría de las veces en perros ocurre por cuerpos extraños. En este caso, se debe realizar una maniobra más acorde, pero tras despejar las vías respiratorias probablemente el perro necesite RCP.
Listo, hemos llegado al final, pero si quieres una segunda parte, deja tu Comentario!
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